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La obesidad en los gatos domésticos.

Los felinos, si por algo se distinguen es por su figura esbelta y su agilidad. En la actualidad, los gatos domésticos sufren de obesidad y definitivamente no es su culpa. Por lo regular, los propietarios de gatos no consideran la cantidad de alimento que su mascota requiere y le proporcionan un comedero lleno a libre acceso.

Riesgos de la obesidad en los gatos.

Al igual que en los seres humanos, el sobrepeso y la obesidad, están cimentados en malos hábitos alimenticios que desequilibran la cantidad de energía (calorías) ingerida contra la utilizada en la actividad física.

La obesidad dirige al paciente a enfermedades secundarias que llegan a ser degenerativas y fatales, como ejemplo: diabetes, cáncer y osteoartritis entre otras. Además de deteriorar la salud, generan un gasto extra en los servicios médicos de nuestra mascota.

Estudio realizado en 19 millones de gatos.

Investigadores del Colegio de Veterinarios de Ontario, en la Universidad de Guelph (Canadá), descubrieron que la mayoría de los gatos incrementan su peso a medida que envejecen, y su peso promedio está en aumento.

Los hallazgos, publicados en el Journal of the American Veterinary Medical Association, revelaron que incluso después de que los gatos maduran de la fase de gatitos, su peso sigue escalando hasta que tienen, en promedio, ocho años de edad.

"Como seres humanos, sabemos que debemos esforzarnos por mantener un peso saludable, pero para los gatos, no se ha determinado con claridad. Simplemente no teníamos los datos", dijo Theresa Bernardo, autora del estudio. "Establecer el patrón de pesos de los gatos a lo largo de su vida nos proporciona pistas importantes sobre su salud".

El estudio que incluyo datos recabados en consultorios veterinarios durante 35 años de práctica, analizó 54 millones de medidas de peso de 19 millones de gatos. Algunos hallazgos relevantes son:

  • Los machos tienden a subir de peso más que las hembras.
  • Los gatos castrados son más proclives a ganar más peso que los no operados.
  • Entre las cuatro razas más comunes (Siamés, Persa, Himalaya y Maine Coon), el peso promedio alcanzó su nivel máximo entre los 6 y 10 años de edad. Los típicos gatos domésticos, alcanzaron su máximo peso promedio a los 8 años.
  • El peso promedio de los gatos domésticos castrados de 8 años se incrementó entre 1995 y 2005, para luego mantenerse estable entre 2005 y 2015.

Hallazgos en la práctica diaria.

De la misma manera como se ha incrementado los casos de sobre peso y obesidad en los humanos, ha sucedido con las mascotas. Lo que resulta a veces extraño es que los propietarios no notan ese cambio, es más, con frecuencia cuando el médico declara esta situación en el paciente, el dueño lo niega.

Esto puede estarse favoreciendo por la tendencia a “humanizar” a la mascota. Además de la ración de alimento (que no siempre se mide convenientemente), con frecuencia se les proporcionan “antojitos” que acrecientan la cantidad de calorías que el gato no debería de estar ingiriendo.

Solo se debe de administra la ración que corresponde al gato. No es correcto alimentar a libre acceso. Imagen: Pixabay

Recomendaciones para evitar la obesidad en los gatos.

  • Tipo de alimento. Cuando se le proporciona al gato una dieta comercial hay que verificar que estamos administrando el alimento para la etapa en que se encuentra la mascota: cachorro, adulto, senior. Así como para la cantidad de actividad que desarrolla: gatos que se les permite deambular por la calle y gatos de interior.
  • Cantidad de alimento que requiere. Cada formula comercial puede variar en la calidad y proporción de los nutrientes, por lo que se modifica la cantidad que el gato debe de consumir. Es importante leer la etiqueta del producto y seguir las instrucciones en cuanto al volumen a administrar.
  • Horario de alimentación. Aunque hay algunos gatos que consumen su alimento cuando se le sirve, hay otros que les gusta “darse sus vueltas” al plato. Independientemente de la costumbre del gato, lo importante es procurar mantener el horario en que se le ofrece y administrar solamente la cantidad que requiere… no la que quiere.
  • Actividad y ejercicio. Es trascendental considerar que el gato requiere distracción y actividad. Pasarse las 24 horas del día de todos los días en casa y sin ejercitarse no solo traerá problemas de salud sino también mentales. Conviene que la mascota tenga juguetes y que el propietario se involucre en el juego por lo menos 20 minutos diarios para favorecer el movimiento. También se le puede proveer de “torres para gato” con diferentes niveles que los mantendrá dinámicos y ocupados.
  • Una báscula, una inversión. Muchas personas tienen en casa una báscula en la que verifican su peso con regularidad, sin embargo, no la utilizan para monitorear el peso de su gato. No se necesita esperar a la visita al centro veterinario para evaluar tan importante parámetro, se puede hacer regularmente y alertarnos cuando algo no está bien.
  • Precaución. Estamos advirtiendo sobre los problemas de la obesidad en los gatos, no obstante, también hay que considerar la pérdida de peso. Ambas condiciones son una llamada de atención para hacer una cita con el médico veterinario.
Autor: Heron Pazzi

Médico Veterinario Zootecnista, dedicado a la clínica y cirugía de perros y gatos. Ex académico de la FMVZ UNAM y de la FCN UAQ. Conferencista y amante de los perros y su bienestar.

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