El elevado riesgo de suicidio en los médicos veterinarios.
Esta confirmado que existe un elevado riesgo de suicidio en los médicos veterinarios. El amor por los animales se fusiona con la responsabilidad de cuidar de su salud. Existe un tema delicado que merece la atención: la salud mental de los médicos veterinarios.
La carga emocional en la profesión veterinaria.
Ejercer la medicina veterinaria es muy gratificante, sin embargo conlleva una carga emocional significativa. Los médicos veterinarios no solo nos enfrentamos a casos rutinarios. También a situaciones críticas que involucran enfermedades terminales, decisiones complicadas en el momento de aplicar una eutanasia y escenarios con propietarios angustiados que pueden llevar desde el apoyo y consuelo a un enfrentamiento porque no fue posible salvar a su mascota. Además la conexión especial que se tiene con los pacientes y sus familias, suma un componente emocional al trabajo diario.
El brindar apoyo a un propietario que sufre o transmitir malas noticias es un factor de angustia y estrés para el médico veterinario (Imagen: Freepik).
El vínculo especial con nuestro paciente.
Los perros ya son considerados por muchas familias como un miembro más. Los médicos veterinarios, al tratarlos, creamos vínculos especiales con ellos así como con sus propietarios. Esta relación va más allá de una simple relación médico-paciente, se crea una responsabilidad que puede resultar abrumadora.
El médico veterinario crea un vínculo especial con sus pacientes y propietarios, lo que crea una responsabilidad abrumadora (Imagen: Freepik)
La evidencia.
Existen diferentes estudios que sugieren que existe entre 2 y un 3.5 más probabilidades en los veterinarios de morir por suicidio. Se reportan mayores grados de ansiedad, depresión y fatiga por compasión en comparación con la población en general.
Un estudio publicado en el Journal of the Veterinary Medical Association revisó registros de defunción de 11,620 veterinarios muertos entre 1979 y 2015. Se encontró que 398 decesos fueron por suicidio: 326 (82%) eran varones y 72 (18%) mujeres. 31% de ellos había sufrido depresión y 17% había considerado la idea del suicidio.
En 2014 el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos realizó una encuesta a 10,000 médicos veterinarios, los resultados son alarmantes. Más de uno de cada 6 habían considerado seriamente la posibilidad de suicidarse.
Factores de riesgo.
El elevado riesgo de suicidio en los médicos veterinarios involucra diferentes factores. Alto nivel de estrés laboral, largas jornadas de trabajo (es común trabajar prácticamente 24/7 entre horario laboral y atención de urgencias), altas expectativas de los clientes (salvar a la mascota en casos complicados o terminales), resultados inesperados, comunicar malas noticias, pobre balance trabajo-vida personal, alta carga laboral, aislamiento profesional, fatiga por compasión, frecuente exposición a la muerte y cercanía con la eutanasia. Por otro lado, también afecta la poca valoración de esta profesión en América Latina. Se espera un servicio barato y se exige una atención con calidad, lo que es incongruente. Como toda empresa, los servicios tienen costos de operación para mantener un negocio del que dependen varias familias y proveedores.
Un estudio noruego, sugiere que la practica de la eutanasia también afecta. Los médicos veterinarios consideran que practicarla en los pacientes genera angustia, tensión moral y estrés laboral. La correlación entre la eutanasia y los pensamientos suicidas necesita ser confirmado por más estudios.
El contacto de los médicos veterinarios con las técnicas de eutanasia y el gran número de casos que llevan a ella para eliminar el sufrimiento, les lleva a tener una concepción de la vida y del sufrimiento distinta al resto de la gente.
En un estudio realizado por David Bartram para el Colegio de Veterinarios del Reino Unido, comprobó que el 75% de los suicidios en el gremio corresponden a autoenvenenamiento con barbitúricos y en especial, con Ketamina. Ambas drogas anestésicas utilizadas en la práctica veterinaria.
Se dice que la participación activa en la conclusión de la vida de los animales que sufren, altera el punto de vista que se tiene sobre la muerte. Puede disminuir las inhibiciones permitiendo la auto justificación y mirar el suicidio como una solución racional y legitima. En los profesionales de la medicina para humanos también pasa, pero en menor medida porque no están expuestos al la práctica de la eutanasia.
Cómo afecta a la comunidad.
La salud mental de los médicos veterinarios no solo impacta a nivel individual, también puede afectar a la comunidad de propietarios de perros. Al confiar la salud y bienestar de sus mascotas a estos profesionales, pueden verse afectados emocionalmente cuando perciben la tensión y carga que enfrenta el médico veterinario. La falta de atención a la salud mental puede tener consecuencias en la calidad del cuidado que reciben.
Conciencia y apoyo.
Es muy importante que los propietarios de perros y gatos traten de comprender la complejidad emocional de la profesión veterinaria y brinden un ambiente de apoyo.
Es conveniente que la industria veterinaria implemente medidas para abordar la salud mental de los profesionales. Programas de apoyo, servicios de asesoramiento y la creación de comunidades de apoyo. Promover el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal puede ayudar a mitigar la carga emocional.
Conclusión.
La relación entre la salud mental de los médicos veterinarios y la comunidad de propietarios de perros es esencial, pero a menudo subestimada o simplemente ignorada. Al entender los desafíos que enfrenta la profesión y brindar su apoyo, se puede contribuir a un entorno más saludable y disminuir el elevado riesgo de suicidio en los médicos veterinarios. Entender y apoyar la salud mental del profesional en la medicina veterinaria es crucial para garantizar la felicidad y bienestar de sus pacientes.