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Cambios de comportamiento cuando un perro sufre de dolor.

A diferencia de los humanos, los perros no pueden expresar con palabras lo que sienten, lo cual hace que identificar su malestar sea un verdadero desafío. No obstante, los cambios en su comportamiento son una muy importante señal de que algo no está bien. Vamos a explorar los principales signos de comportamiento que nos señalan que un perro puede estar sufriendo de dolor, cómo identificar estas señales y qué hacer al respecto para mejorar su calidad de vida.

¿Por qué es importante reconocer el dolor en los perros?

El dolor en los perros ya sea agudo o crónico, tiene un impacto profundo en su salud y bienestar. Reconocer y abordar el dolor de manera temprana es clave para prevenir complicaciones mayores y mejorar la calidad de vida de nuestros perros. La especie canina es experta en ocultar el dolor como un instinto de supervivencia, lo que significa que los propietarios deben de estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento.

Definición de dolor.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada, o similar a la asociada, con daño tisular real o potencial (2020). Cuando un animal siente dolor, se produce una alteración de su bienestar y, por lo tanto , es importante su diagnóstico y tratamiento,

Signos comunes de dolor en el comportamiento de un perro.

Existen varios cambios de comportamiento comunes que nos señalan que un perro puede estar experimentando dolor. Si notas alguno de ellos en el tuyo, es muy importante consultar con un médico veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.

1. Cambios en el apetito.

Los perros que están sufriendo de dolor a menudo experimentan una baja en su apetito o rechazan por completo su comida favorita. Esto se debe a diversas causas, desde molestias dentales hasta dolores que pueden dificultarles comer. Pero no se queda ahí, la pérdida de apetito suele ser uno de los primeros signos de alerta de que algo no esta bien en su organismo.

2. Agresividad no habitual.

Un perro normalmente amigable y cariñoso puede volverse agresivo o reaccionar en forma defensiva si está experimentando dolor. Si tu perro gruñe, muestra los dientes o incluso intenta morder cuando lo acaricias, puede estar advirtiéndote que algo le duele.

3. Aislamiento y falta de interés.

El dolor puede provocar que un perro se vuelva más retraído o busque aislarse. Los perros que antes disfrutaban convivir con la familia, ahora pueden preferir estar solos y probablemente escondidos. Este cambio en el comportamiento es una forma de autoprotección y descanso para disminuir el malestar.

4. Cambios en los hábitos de sueño.

Cuando un perro sufre dolor, puede cambiar sus hábitos de sueño. En ocasiones duermen más de lo usual o, en ciertos casos, tienen dificultad para encontrar una posición que los ayude a descansar. Los perros con dolor suelen despertarse con frecuencia durante la noche y estar inquietos o cambiar de posición con frecuencia para evitar el dolor.

5. Postura corporal anormal.

Un cambio de la postura corporal es otra señal importante de dolor en los perros. La manera en que un perro se sienta, camina o incluso se acuesta puede dar pistas sobre el tipo y la intensidad de dolor que está experimentando. Algunos perros pueden arquear la espalda, mantener las patas tensas o evitar apoyar el peso en alguno de sus miembros. Se les puede observar también con la cola baja y las orejas hacia atrás.

 

Un cambio de su postura usual o dificultad para acostarse o levantarse puede ser una señal de que tu perro sufre de dolor.

 

6. Gemidos o ladridos fuera de lo común.

Los perros que están sintiendo dolor pueden gemir, aullar o ladrar más de lo normal, particularmente si el malestar es agudo. Estas vocalizaciones son una manera de expresar su incomodidad y buscar la atención de sus dueños. Si tu perro esta emitiendo sonidos inusuales sin una razón aparente, es posible que intenta comunicar que sufre de dolor.

7. Lamerse o morderse excesivamente.

Cuando un perro experimenta dolor en una zona especifica, puede lamerse, morderse o rascarse con insistencia esa área. Este comportamiento es frecuente en casos de dolor en las articulaciones o lesiones en la piel. Repetir esta acción constantemente puede predisponer a infecciones secundarias, por lo que es importante si notas esto actuar a la brevedad.

8. Dificultad para realizar sus actividades cotidianas.

Si tu perro muestra resistencia o dificultad para realizar las actividades que antes hacía con facilidad, como subir escaleras, saltar al sofá o simplemente salir a caminar, puede ser una clara señal de dolor. 

 

No poder o evitar saltar al sofá somo solía hacerlo, puede ser un signo de dolor en los perros.

 

9. Eliminación inapropiada.

Las eliminaciones de orina o heces en lugares no apropiados que se asocian al dolor en perros, son menos frecuentes que en gatos y, se asocian fundamentalmente a dolores articulares que dificultan el acceso a las zonas de eliminación y a urolitiasis (cálculos en la vejiga).

¿Qué hacer si crees que tu perro sufre de dolor?

Si notas uno a varios de estos cambios en el comportamiento de tu perro, actúa con prontitud. Te doy algunos pasos a seguir.

1. Consulta con tu médico veterinario.

La primera acción es acudir con el médico veterinario para que haga un examen físico y las pruebas adicionales que requiera (imagenología y exámenes sanguíneos) para poder llegar al diagnóstico preciso.

2. Nunca mediques a tu perro sin la autorización del médico veterinario.

Darle medicamentos a tu perro sin la supervisión profesional puede agravar el problema y hasta a llegar a comprometer su vida. Hay fármacos que son seguros para los humanos pero tóxicos para los perros. 

3. Proporciónale un ambiente confortable.

Bríndale una cama cómoda y un espacio tranquilo donde pueda descansar. Que otros perros, niños, etc. no interrumpan su reposo. Se sentirá más seguro y menos estresado mientras se recupera.

4. Sigue las indicaciones del médico veterinario.

Tener clara las dosis y frecuencia de administración de los medicamentos (especialmente en el caso de analgésicos y antiinflamatorios) y seguir las indicaciones con exactitud es muy importante para aliviar el padecimiento y prevenir complicaciones secundarias. 

5. Nuevas alternativas farmacológicas, terapias y suplementos.

Conversa con tu médico, en la actualidad tenemos diferentes opciones médicas y farmacológicas para controlar el dolor y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

Tratamientos como la fisioterapia, masajes, terapia laser, radiofrecuencia, acupuntura, etc. suelen ser de beneficio en algunos dolores crónicos. 

De igual manera, suplementos condoprotectores (MSM, Condroitina, glucosamina, etc.), omega-3 y aceite de CBD han mostrado buenos resultados.  

No permitas que sufra en silencio.

A veces, reconocer el dolor en los perros no es fácil, pero el estar atentos a los cambios en su comportamiento es clave para su bienestar. El diagnóstico temprano y la terapia adecuada, aliviarán el dolor y mejoraran significativamente su calidad de vida. Como propietarios, debemos aprender a interpretar las señales que nos envían y actuar para su beneficio. 

Considera que la mayoría de las patologías crónicas que causan dolor son degenerativas. El control y alivio del dolor raramente será cuestión de pocos días. Es imprescindible que visites con regularidad al médico veterinario para que supervise o en su caso modifique el tratamiento contra el dolor que muy probablemente se extenderá por el resto de la vida de tu perro.

 

Autor: Heron Pazzi

Médico Veterinario Zootecnista, dedicado a la clínica y cirugía de perros y gatos. Ex académico de la FMVZ UNAM y de la FCN UAQ. Conferencista y amante de los perros y su bienestar.

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